En la Fundación somos conscientes de que, cuando en una familia fallece uno de los progenitores, o ambos, es fundamental que los que quedan no se sientan solos. Que tengan a alguien a quien acudir que los escuche y los apoye.
Por ese motivo, nuestras psicólogas les atenderán desde el primer momento en que entran a formar parte de esta Fundación. En un primer momento para orientarlos y asesorarlos durante su proceso de duelo y más adelante, para ayudarlos a superar las dificultades que surjan a lo largo de su evolución y desarrollo hasta que cumplan 30 años. Ofreciéndoles orientación y terapia en caso de ser necesario.
Si quieres saber más, mira el siguiente vídeo.